Troceadores Eléctricos
Abogados Asisten a Personas Lesionadas por Dispositivos Médicos en todo el País
Los troceadores eléctricos son pequeños dispositivos médicos con cuchillas rotatorias. Los ginecólogos y cirujanos las usan para romper tejidos grandes en trozos pequeños durante operaciones como histerectomías o miomectomías. Luego de ser troceados, los tejidos se aspiran para retirarlos del cuerpo. Gracias al uso de troceadores eléctricos, el doctor puede completar la operación con una incisión de menos de dos centímetros. Esto ayuda a que las pacientes se recuperen más rápido y sientan menos dolor después de la cirugía. Sin embargo, la FDA [Acrónimo en Inglés de la Administración de Alimentos y Drogas] anunció en el 2014 que los troceadores eléctricos pueden regar partículas cancerosas a otras partes del cuerpo involuntariamente. Cerca de una de cada 350 mujeres que necesitan someterse a una histerectomía o necesitan que les remuevan un fibroma uterino, sufren de sarcoma uterino. Si se usa un troceador eléctrico en estos casos, existe el riesgo de regar los tejidos de sarcoma en el abdomen. Tres meses después del anuncio de la FDA, el fabricante Johnson & Johnson retiró sus troceadores del mercado y pidió a los doctores que no los usaran más. Si usted fue lesionada por un troceador eléctrico u otro dispositivo médico defectuoso, usted debería consultar con un abogado experimentado en responsabilidad civil del fabricante. Se han recuperado miles de millones de dólares en casos en los cuales Moll Law Group se ha involucrado a nivel nacional.
Reclamar Daños por Lesiones causadas por Troceadores Eléctricos
Las dos teorías primarias para la recuperación en casos de litigio por el uso de troceadores eléctricos son el defecto de diseño, ya que eleva la posibilidad de regar cáncer, y la falta de advertencia de riesgos conocidos, en vista de la recomendación de la FDA sobre el riesgo de sarcoma. También se ha alegado que los fabricantes sabían desde principios de los 90s que el tejido a ser removido durante el troceado podía quedar dentro del cuerpo e implantarse en otros órganos, y en consecuencia, causar complicaciones.
En la mayoría de los estados, un fabricante puede ser estrictamente responsable por los defectos de diseño, que son defectos del diseño de un producto que lo hacen irrazonablemente peligroso. El test principal usado por los demandantes es el test riesgo-utilidad, para probar en la corte que el producto tiene defectos de diseño peligrosos.
De acuerdo al test riesgo-utilidad, el diseño de un producto es defectuoso si el costo de evitar un riesgo específico asociado con el diseño actual es menor que los beneficios de seguridad resultante de un diseño alternativo. El test requiere un análisis costo-beneficio, que se extiende a lo que se puede prever durante un período significativo de tiempo. En general, se supone que el fabricante debe tomar medidas de seguridad en el diseño proporcionales a la magnitud del riesgo. Por ejemplo, es sumamente costoso tratar el cáncer y puede matar al paciente. Por lo tanto, las medidas de seguridad utilizadas para impedir que un paciente desarrolle cáncer deberían ser proporcionalmente mayores.
Un artículo temprano que fue muy influyente, propuso que al aplicar este test, la corte debería considerar los siguientes factores: que tan útil fue el producto, la probabilidad de que el producto causase una lesión, la disponibilidad de un producto alternativo que responda a la misma necesidad y que sea seguro, la habilidad del fabricante de elevar el nivel de seguridad del producto sin limitar su utilidad o elevar mucho su costo, la habilidad del consumidor de evitar el peligro al usar el producto adecuadamente y con cuidado, la habilidad del usuario a anticipar los peligros en base al conocimiento del producto por parte de público en general, y la habilidad del fabricante a distribuir las pérdidas a través del precio del producto o a través del seguro de responsabilidad civil. Muchas cortes no aplican todos estos factores, pero con frecuencia el punto crítico es si el demandante logra contratar a un experto creíble que pueda dar una opinión sobre un diseño alternativo factible.
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Si usted fue lesionada porque su doctor usó un troceador eléctrico, los abogados de responsabilidad civil del fabricante en Moll Law Group están a su disposición para ayudarle a recuperar compensación por sus lesiones. Ya que el fabricante advirtió sobre estos riesgos y solicitó a los doctores que dejaran de usar estos instrumentos, si un doctor continuó utilizándolos luego de recibir la advertencia, el doctor puede ser responsable por cualquier lesión sufrida por medio de una acción de mala praxis médica. Nuestros abogados representan a consumidores en diversos estados alrededor de la nación, como California, Florida, New York, Pennsylvania, Ohio, Texas, y Michigan. Llámenos al 312-462-1700 o complete nuestra forma en línea para concertar una cita gratuita.